Introducción
Ubicada en el nororiente de Medellín, la Comuna 3, más conocida como Manrique, es mucho más que un conjunto de barrios. Es un territorio vibrante y resiliente, donde el arte y la cultura han florecido como herramientas de resistencia y transformación social. En sus calles se respira historia, danza, música y colectivo. Desde los tangos nostálgicos que aún suenan en la emblemática Casa Gardeliana, hasta los sonidos del rap, el reguetón y el breakdance que emergen desde sus esquinas más jóvenes, Manrique es un epicentro de identidad, herencia y proyección cultural.
Este artículo es un viaje por el alma cultural de Manrique, por sus expresiones musicales, sus danzas, su ancestralidad y el papel protagónico que juega en el arte urbano contemporáneo. Exploraremos cómo el tango se entrelaza con las raíces afroindígenas y cómo la juventud ha hecho de este espacio un laboratorio sonoro de innovación, identidad y empoderamiento.
1. Una Comuna con Historia y Espíritu Colectivo

La Comuna 3 de Medellín está conformada por 13 barrios, entre ellos Manrique Central, Manrique Oriental, La Salle, Campo Valdés, Berlín, Versalles, y otros que se esparcen por las laderas nororientales. Es una zona históricamente popular, forjada por comunidades de trabajadores, migrantes del campo y familias que resistieron la violencia del narcotráfico con el arte y la organización social.
Desde mediados del siglo XX, Manrique ha tenido una identidad particular que la distingue de otras comunas. Su cercanía con el centro de la ciudad la convirtió en un punto estratégico para el transporte público y el comercio, pero también para el desarrollo de procesos culturales comunitarios. En esta comuna la vida se vive en colectivo, y la cultura es un lenguaje compartido.
2. El Tango Vive en Manrique
2.1 La Casa Gardeliana: Patrimonio Musical de Medellín
Uno de los elementos más destacados de la cultura de Manrique es su fuerte vínculo con el tango. Aunque este género musical nació en el Río de la Plata, Medellín lo adoptó como propio gracias al fervor que despertó Carlos Gardel, quien falleció en esta ciudad en 1935. La Casa Gardeliana, ubicada en el barrio Manrique, es un símbolo de esta conexión. Es un museo y centro cultural que rinde homenaje a Gardel y al tango, y que se ha convertido en epicentro de milongas, conciertos y tertulias tangueras.
Allí se enseña el baile de tango a nuevas generaciones, se realizan festivales y se celebran conmemoraciones internacionales. La Casa Gardeliana no solo conserva la memoria del tango, sino que lo proyecta hacia el futuro como un arte vivo que dialoga con las nuevas formas de expresión.
2.2 Milonga en la Ladera: Una Tradición en Movimiento
Cada cierto tiempo, las calles de Manrique se transforman en pistas de baile. Las "milongas en la ladera" reúnen a personas de todas las edades que, con elegancia y pasión, bailan tango al aire libre, al ritmo de vinilos o músicos en vivo. Esta escena urbana refleja cómo un género musical foráneo se convirtió en una parte esencial de la identidad manriqueña.
3. Herencias Afro e Indígenas: Culturas Ancestrales en la Comuna 3
Manrique no solo respira tango; también está impregnado de saberes ancestrales que llegan con las raíces afrocolombianas e indígenas. Muchas familias desplazadas por la violencia de otras regiones del país han encontrado en esta comuna un nuevo hogar, y han traído consigo sus tradiciones musicales, culinarias, espirituales y artísticas.
3.1 La Música como Herramienta de Resistencia
Grupos comunitarios como comparsas afro, tambores ancestrales, danzas del pacífico y música indígena se presentan en festivales locales, celebraciones religiosas y carnavales barriales. Estas expresiones no son solo actos culturales, sino también formas de mantener vivas las raíces y construir puentes entre generaciones.
3.2 Saberes Espirituales y Medicinales
En los barrios más altos de Manrique es común encontrar círculos de mujeres sabedoras, parteras, curanderas y líderes comunitarios que comparten conocimiento ancestral. Desde plantas medicinales hasta ritos de conexión con la tierra, Manrique también vibra con espiritualidad, lo cual se refleja en su arte, su forma de vivir y sus valores comunitarios.
4. La Explosión de la Música Urbana: Hip-Hop, Reguetón y Más
4.1 Escuelas de Rap y Freestyle
Desde los años 90, Manrique ha sido un semillero importante del movimiento hip-hop en Medellín. Jóvenes de barrios como La Salle o Campo Valdés se reunían en esquinas y canchas a improvisar versos, y de allí surgieron grupos icónicos que le dieron voz a las problemáticas sociales. A través del rap, se narran realidades de violencia, desplazamiento, pero también de esperanza, resistencia y orgullo local.
Hoy en día, existen escuelas de rap, talleres de escritura y festivales de freestyle que han profesionalizado esta práctica. Espacios como el Festival Internacional de Hip-Hop y el Encuentro de Rap de la Comuna 3 han servido como plataforma para que surjan nuevos talentos.
4.2 Bailarines, DJs y Productores Urbanos
Manrique también ha dado lugar al surgimiento de coreógrafos, bailarines de reguetón, DJs de música electrónica, beatmakers y productores de música urbana. Estos artistas, muchos de ellos autodidactas, han logrado posicionarse en redes sociales, ganar competencias y hasta firmar contratos con sellos discográficos.
Lo más importante es que muchos de estos talentos emergen desde lo comunitario: casas de la cultura, centros de desarrollo cultural y colectivos barriales que impulsan el arte como alternativa de vida frente a las economías ilícitas.
🎤 1. Festival de Hip-Hop Comuna 3
Este evento es uno de los más importantes del nororiente de Medellín. Agrupa a raperos, freestylers, grafiteros, DJs y bailarines de breakdance, convirtiéndose en un espacio de expresión juvenil y paz. El festival no solo da visibilidad a talentos emergentes, sino que también promueve talleres de escritura, producción musical y liderazgo juvenil.
🎶 2. Red de Escuelas de Música de Medellín – Núcleo Manrique
Aunque es un programa de ciudad, en Manrique ha tenido gran acogida y apoyo comunitario. En varios barrios funcionan escuelas de formación musical gratuita en instrumentos como guitarra, piano, percusión y canto. Muchos jóvenes han encontrado en estas escuelas un espacio de disciplina y crecimiento artístico.
🎨 3. Colectivos de Muralismo y Grafiti

En la comuna 3 hay grupos como Arte Sin Fronteras , Colectivo Raíces Urbanas y Tinta Rebelde , que se dedican al muralismo social. A través del arte urbano, recuperan muros abandonados, cuentan historias del barrio, promueven el respeto por las raíces afro e indígenas y fomentan el orgullo barrial.
🎭 4. Teatro Comunitario y Circo Social
Organizaciones como Corporación Cultural Canchimalos y Teatro El Trueque han desarrollado talleres de teatro y circo para niños y jóvenes. Estas iniciativas permiten explorar emociones, fortalecer habilidades sociales y brindar herramientas de comunicación efectiva, al tiempo que se promueve el arte como una opción de vida.
💃 5. Escuelas de Baile de Tango, Salsa y Danza Urbana
En la zona existen grupos formativos de tango como los de la Casa Gardeliana , además de escuelas de salsa y reguetón que funcionan en salones comunales o casas culturales. En muchos casos, los profesores son jóvenes del mismo barrio que formaron su grupo de baile para enseñar a nuevas generaciones.
📚 6. Bibliotecas Populares y Lectura al Parque
Hay iniciativas de lectura comunitaria, especialmente en Campo Valdés y Manrique Central, donde se organizan “lecturas al aire libre” para niños y familias. Son impulsadas por líderes barriales y voluntarios que buscan fomentar el hábito lector como herramienta educativa y cultural.
📷 7. Talleres de Fotografía y Vídeo Documental
Colectivos juveniles como Ojo de Manrique han enseñado a los jóvenes a usar la cámara como una herramienta para contar su historia. Se han producido documentales, fotonovelas y piezas audiovisuales que retratan la vida cotidiana de la comuna, sus conflictos, esperanzas y resistencias.
🥁 8. Comparsas Afro y Danzas del Pacífico
Gracias a la presencia de comunidades afrocolombianas desplazadas en la comuna, han surgido grupos como Son del Monte o Almas del Tambó , que rescatan los ritmos del Pacífico colombiano y los presentan en desfiles, festivales y actos conmemorativos. Se combinan con tambores, danzas tradicionales y trajes típicos.
🧵 9. Talleres de Memoria y Cultura Ancestral
Se han desarrollado espacios de reflexión e intercambio sobre saberes indígenas, afro y campesinos. En algunos sectores de Manrique hay círculos de palabra, medicina natural, tejido y cocina tradicional, que permiten mantener vivas las raíces y generar identidad en los niños y jóvenes.
🎧 10. Radios Comunitarias y Medios Independientes

Proyectos como Radio Comuna 3 o canales de YouTube independientes transmiten noticias del barrio, entrevistas a artistas locales, música alternativa y programas culturales. Son medios de expresión comunitaria que dan voz a los procesos del territorio.
Estas iniciativas reflejan el poder transformador de la cultura en Manrique. Han sido posibles gracias al liderazgo comunitario, el sentido de pertenencia y la necesidad de construir paz desde el arte. Y lo más inspirador es que muchas de estas propuestas siguen activas y creciendo, con apoyo de vecinos, colectivos y algunas entidades aliadas.
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🎤 1. Apache, el rap como camino de transformación
Luis Fernando Álvarez, conocido como Apache, creció en las calles de Manrique Oriental, donde la violencia, la desigualdad y el abandono estatal eran pan de cada día. A los 13 años ya había perdido a varios amigos por la guerra urbana de los 90. Encontró en el rap una forma de resistir y expresar su rabia y sueños. Comenzó improvisando en esquinas y canchas, hasta que logró grabar su primer demo con un micrófono casero.
Su letra más conocida, “Desde el callejón”, habla de la realidad cruda de Manrique, pero también de la esperanza. Hoy es un referente en el movimiento hip hop de Medellín, ha dado talleres en casas culturales y ha sido mentor de nuevos talentos de la comuna.
🎙 2. Lady Ortiz, la voz femenina del reggae en Manrique
Lady nació y creció en el barrio Versalles de la Comuna 3. Desde pequeña fue fanática de Bob Marley, y su papá la apoyaba con una vieja guitarra que la acompañó en sus primeras canciones. Se formó de forma autodidacta, escribiendo letras que hablaban de empoderamiento femenino, amor propio y vida digna.
Su estilo combina el reggae con el dancehall, y su voz suave la llevó a presentarse en festivales barriales como el Manrique Urbano, y luego en escenarios más grandes como el Altavoz Fest. Hoy tiene su propio colectivo de mujeres artistas llamado “Raíces Sonoras” y lidera talleres de escritura para niñas de la comuna.
🎭 3. Don Segundo y el teatro de la dignidad
Segundo Montoya, conocido como Don Segundo, fue un zapatero del barrio Berlín que a sus 50 años descubrió el teatro gracias a un taller en la Casa de la Cultura. Con una infancia dura marcada por el desplazamiento, encontró en el arte dramático una forma de sanar sus heridas.
Fundó junto a vecinos el grupo “Teatro Callejero Manrique Libre”, donde representaban escenas de la vida cotidiana, denuncias sociales y piezas inspiradas en la historia afro e indígena. A pesar de su edad, Don Segundo ha participado en más de 30 obras y es considerado uno de los mayores exponentes del teatro comunitario de la zona.
🎨 4. Tatú, muralista de la memoria
Tatú es el seudónimo artístico de Camilo Giraldo, joven grafitero de Manrique Central que empezó pintando trenes y muros abandonados con mensajes de protesta. Su talento fue evidente desde niño, y su mamá, a pesar de no tener mucho dinero, le compraba latas de pintura en lugar de dulces.
Con el tiempo, Tatú evolucionó hacia el muralismo social, pintando retratos de víctimas del conflicto, líderes comunitarios y símbolos ancestrales en las calles de la comuna. Hoy ha sido invitado a pintar en Bogotá, Cali, Quito y Buenos Aires, y siempre firma con la frase: “Desde Manrique para el mundo”.
🎧 5. DJ Nasa, mezclas desde el barrio al mundo
Originario del barrio Las Esmeraldas, DJ Nasa comenzó su carrera con tornamesas prestadas y una vieja consola. Su pasión por la música electrónica lo llevó a experimentar con fusiones de beats urbanos, champeta, reggaetón y techno. Su fiesta clandestina en la terraza de su casa fue la primera vez que sonó su mezcla frente a una multitud.
Con el tiempo, su nombre se volvió habitual en eventos de Medellín, y fue parte de colectivos como “Ruido Subversivo” que promovían la cultura DJ en las comunas. Hoy trabaja con artistas emergentes como productor musical y enseña a jóvenes de Manrique cómo mezclar desde el corazón del barrio.
🥁 6. La familia Tambó: Ritmo del Pacífico en la montaña
La familia Angulo, desplazada del Chocó, se asentó en Manrique Las Granjas a comienzos del 2000. Con tambores, marimbas y cantos del Pacífico, comenzaron a hacer presentaciones en salones comunales. Su hija mayor, Yineth Angulo, de apenas 9 años, era la cantante principal del grupo.
Gracias al impulso comunitario, se convirtieron en “Almas del Tambó”, un grupo que no solo preserva las tradiciones del Pacífico sino que fusiona con rap, danza urbana y teatro. Hoy, Yineth es embajadora de la cultura afro en Medellín y promueve la educación musical para niños afrodescendientes en la comuna.
📸 7. Sara Castaño, fotógrafa de la resistencia
Sara nació en el barrio El Raizal. Su interés por la fotografía comenzó tras perder a su hermano en un caso de violencia callejera. Tomó una cámara prestada y empezó a documentar la vida del barrio: las fiestas, los niños jugando, los grafitis, los abuelos bailando tango.
Creó el proyecto “Manrique en Imágenes”, donde cientos de personas han compartido sus recuerdos y rostros. Su trabajo ha sido expuesto en la Alianza Francesa, el MAMM y ferias culturales en Europa. Pero su orgullo mayor es que sus fotos se imprimen y cuelgan en las calles de su propio barrio.
🎶 8. Los del Solar: tango de esquina y corazón
Un grupo de cinco jóvenes de Manrique La Cruz, apasionados por el tango desde niños, se unieron para crear “Los del Solar”, un ensamble que interpreta clásicos de Gardel con un estilo contemporáneo. Usan guitarras eléctricas, contrabajo y hasta beatbox.
Aunque recibieron burlas al inicio por ser jóvenes tocando tango, su perseverancia los llevó a participar en el Festival Internacional de Tango de Medellín. Hoy dan talleres gratuitos de tango a niños de su zona y han grabado un disco homenaje a los cantores populares de la ciudad.
Conclusión:
Estas historias de vida muestran cómo la Comuna 3 de Manrique es una cuna de artistas auténticos que han logrado hacer del arte una herramienta de resistencia, sanación y transformación social. Sus trayectorias demuestran que la cultura puede abrir caminos donde antes solo había callejones oscuros.